EL PERFUME DE LA TEMPESTAD







La orquestación y el beneficio de los que manejan el mango de la sartén, aún no queda al descubierto del todo, de aquel manto de miedo que impuso el discurso de los asustados. 





























Las incoherencias de clases son propias de las coherencias del capitalismo alienante: empleados de cadenas monopólicas protegiendo el negocio de sus patrones; los muchachos de Uocra apoyando a los comerciantes del centro; vecinos armando barricadas y cuidando la estación Shell o Esso; 
































los hambrientos saqueando electrodomésticos; los ricos saqueando electrodomésticos; católicos, evangelistas y devotos pidiendo paz a algún dios en común; barricadas de papel y palos de hockey contra los otros; policías exigiendo solidaridad… 





























Postales de un aparente río revuelto, de una calculada operación política. 








FOTOS Y TEXTO: Sebastián Pittavino